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viernes, 31 de mayo de 2013

 

La perseverancia.

Cuando aconsejamos resistir, no es sólo una expresión de aliento para alguien que se encuentra en apuros, sino un buen consejo para alguien a quien le va bien en el mundo. Al guiar o animar a los demás, al mejorarnos a nosotros mismos, al consagrarnos de lleno a una causa más grande, la perseverancia es crucial para el éxito.
La perseverancia es un rasgo de carácter esencial para la progresión del ser humano. Muchas cosas buenas que se pueden hacer en este mundo se pierden en medio de titubeos, dudas, vacilaciones y falta de determinación.
                                                    
 NUNCA desistas

Cuando las cosas andan mal, como a veces sucede,
cuando el camino que recorres parece cuesta arriba,
cuando escasean los fondos y se suman las deudas,
y aunque quieras sonreír, sólo puedas suspirar,
cuando te acechan cuitas y penurias,
descansa si debes, pero nunca cejes.

Rara es la vida, con sus vueltas y revueltas,
y todos con el tiempo lo aprendemos;
más de un fracaso puede ser un triunfo
si uno persiste en vez de claudicar.
Persiste en tu tarea, aunque el andar sea lento,
tal vez triunfes con otro golpe más.

El éxito es fracaso puesto al revés,
la faz brillante de las nubes de la duda,
y nunca has de saber a qué distancia estás:
puede ser cerca cuando parece lejos;
sigue en la lucha cuando más te golpeen.
Y aunque todo luzca negro, nunca cejes.
¿Quién sabe lo que es triunfo, quién sabe lo que es fracasar?

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